Antiguamente la novia después de casada entregaba a las mujeres de su familia los alfileres con los que había sido confeccionado su vestido como símbolo de buena suerte. Si se colocaban hacia abajo y se perdían durante la celebración significaba que esa persona se iba a casar. Si la mujer estaba casada se lo colocaban hacia arriba para que así tuviera un matrimonio feliz. Hoy en día los alfileres siguen formando parte de los complementos que toda boda necesita. Desde hace poco tiempo estoy metida en el mundo del fimo y me gusta las posibilidades que tiene para hacer cosas. Una de ellas son los alfileres. Un día me dí cuenta mirando en internet que los alfileres eran más o menos todos del mismo estilo: flores, un corazón, bolitas, con brillantes o sin brillantes, una cabeza de una novia,... Y pensé que se podían hacer más cosas. Si una boda es un día único en la vida de unas personas... por qué no hacer algo distinto? Y...